sábado, 28 de abril de 2007

Pequeño reconocimiento para un gran hombre


El rincón de Víctor
En estas fechas que se cumple el 70 aniversario del bombardeo de Guernica quisiera dedicar estas líneas a D. José Rodríguez, D. José para todos los que le conocemos. Nadie de ustedes sabe quien es pero eso es lo de menos. He vivido varios años en Chicago y conocí a D. José de forma casual porque a sus setenta y muchos años le entró el gusanillo de aprender informática y venía por la empresa en la que yo trabajaba a arreglar los ordenadores. Poco a poco le fui conociendo y nos fuimos haciendo grandes amigos. En estas conversaciones él me contó que había nacido en España y que con menos de 5 años debido a las dramáticas circunstancias históricas que todos conocemos fue enviado a México junto a su hermanita. Sí, fue un niño de la guerra, uno de tantos niños que fueron separados de sus familias y de su país ante el horror y el drama de la situación que se vivía en España en aquel momento. Nunca entramos a hablar en detalle de su vida, ni yo insití porque supuse que no era un tema agradable para él. Sin embargo, recuerdo con cariño sus historias, como cuando fue torero por los pueblos de la frontera entre México y California, afición que le llevó a un hospital norteamericano durante un buen tiempo debido a una grave cornada cuya cicatriz le recorre toda la espalda o cuando fue entrenador de fútbol en Chicago e iba recogiendo a los chamacos, como él los llamaba, con el coche para llevarlos al partido. Ahora que vivo de nuevo en Madrid y en estos días en que se cumple este dramático aniversario, quisiera homenajear a este hombre y a los muchos hombres y mujeres que como él fueron victimas de la sinrazón. Gracias D. José por tu amistad y tus enseñanzas, este país está en deuda contigo.