sábado, 31 de marzo de 2007

Mentiras de destrucción masiva


El rincón de Víctor
Abraham Lincoln, decimosexto presidente de los Estados Unidos, dijo en una ocasión: "Podrás engañar a todos durante algún tiempo; podrás engañar a alguien siempre; pero no podrás engañar siempre a todos". Ciento cincuenta años después de ser pronunciada, esta frase tiene hoy más vigencia que nunca, y sería aplicable a la actitud que el Partido Popular, en complicidad con sus medios de comunicación afines, mantiene y a su estrategia política de buscar el continuo enfrentamiento con el gobierno, tergiversando continuamente la realidad de los hechos.
Es de destacar el maquiavélico lenguaje que los más insignes representantes populares utilizan para no contar la verdad o camuflarla y buscar con ello la rentabilidad política y el enfrentamiento social. Cuando se habla del etarra De Juana Chaos, escandalizados critican al gobierno por "la excarcelación de un hombre que ha cometido 25 asesinatos", es decir se olvidan convenientemente de añadir junto a la palabra excarcelación, la coletilla "bajo régimen de prisión atenuada" y manipulan al hablar de los 25 asesinatos cometidos, olvidándose conscientemente de mencionar que su condena actual es por un delito de amenazas, y no por los asesinatos cometidos, ya que esta condena, nos guste o no, la había cumplido favorecido entre otras cosas por algún beneficio penitenciario concedido por el gobierno del Sr. Aznar.
En esta misma línea de actuación, es lamentable la burda utilización que se hace de las victimas del terrorismo. Han pasado 20 años desde que murieran 12 agentes de la Guardia Civil en un atentado con coche bomba en la plaza de la República Dominicana de Madrid, atentado en el que participó el etarra De Juana Chaos. Después de todos estos años de olvido, y precisamente ahora, los máximos representantes populares erigidos como depositarios de la decencia política se personan en dicha plaza con gesto compungido para depositar ramos de flores en memoria de estas víctimas. ¿Sentimiento o interés político? creo que no hay duda.
Pero ahí no termina la cosa. Sin ningún rubor hablan de un gobierno que ha sucumbido al chantaje de ETA, negando los datos objetivos de los beneficios concedidos a miembros de esta organización terrorista durante su etapa de gobierno, beneficios que no supusieron ni una sola crítica por parte de los partidos de la oposición del momento.
Convenientemente organizan una manifestación bajo falsa premisas, ¡y ya van 9!, justo la víspera del tercer aniversario del 11M, me imagino que con la esperanza de que dicha manifestación tenga gran repercusión y eclipse, en cierto modo, un aniversario que saca a la luz todas sus miserias. Encima, por si quedaba alguna duda, la manifestación fue dirigida a todas las "personas de bien", según Rajoy, con lo que millones de españoles, entre los cuales me incluyo, somos para el Sr. Rajoy seres despreciables.
No conforme con todo esto, se apoderan de los símbolos como si les pertenecieran en monopolio. El último ejemplo es el lazo azul. Este símbolo creado por la Coordinadora Gesto por la Paz en el País Vasco se gestó como señal de protesta por el secuestro de Julio Iglesias Zamora por ETA en 1993 y como signo de solidaridad con la familia del secuestrado y de unión de todos, y digo de todos, contra el terrorismo. La propia coordinadora Gesto por la Paz ha realizado un comunicado criticando esta utilización : “deseamos pedir un mínimo de sensatez, calma y cordura a quienes, ante el gravísimo problema del terrorismo, en lugar de dirigir su lucha contra la responsable de la existencia de dicho problema, ETA, lo hacen contra sus adversarios políticos. Que más da, el lazo ya es exclusivamente del PP, como la bandera o el himno nacional.
En el devenir político diario practican continuamente la kaleborroca dialéctica, como fue el caso del lamentable comportamiento de que hicieron gala algunos de los senadores del PP en la comparecencia del Presidente del Gobierno la semana pasada y donde quedó claro que el Partido Popular no quiere respuestas sino ruido, jaleo y crispación. Preguntan para no dejar responder y es detestable la falta de respeto mostrado ante una persona que, les guste o no, es el presidente de todos los españoles.
Lo más triste y preocupante de todo, y espero que cada uno asuma su responsabilidad llegado el caso, es que este clima de crispación está afectando al ciudadano de a pie, especialmente a parte de su electorado, ya que algunos asumen este discurso con una fe inquebrantable, siendo frecuente ver en los últimos tiempos a ciudadanos exaltados que en la calle, bares o lugares de trabajo repiten al pie de la letra y sin aportar razonamiento personal alguno, las arengas de sus líderes, o la opinión aparecida en tal o cual periódico o emisora de radio. ¡Lamentable!

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